martes, 15 de octubre de 2013

La Embarrada Británica

En la formación de los Emiratos Árabes Unidos, las relaciones entre emiratíes y británicos fue muy fuerte y fundamental  para el crecimiento y desarrollo del pequeño país emergente. 

Muchas anécdotas curiosas se dieron entre personajes de estos dos países y una en particular describe la crasa ignorancia de los británicos de la época, en relación con la cultura musulmana. Sucedía  por los años setentas cuando hombres de negocios mantenían estrechas relaciones e invitaciones a ambos países, iban y venían.
 
En un gesto de agradecimiento, en una ocasión, unos ejecutivos británicos extendieron una  invitación a  una delegación emiratí para ir a  Londres a pasarse unos días y disfrutar la gran capital y la hospitalidad inglesa. 

En una noche de verano, los anfitriones organizaron para los distinguidos visitantes una gran cena sorpresa y les insistieron en que por nada del mundo fueran a arruinar sus apetitos comiendo algo antes, ya que habría una gran cantidad de comida de un finísimo plato especialmente preparado para ellos. Los convidados siguieron la sugerencia al pie de la letra y decidieron no almorzar ese día. 

El recinto de la velada se encontraba elegantemente decorado y los grandes platos de la cena se mantenían  tapados  con relucientes  cubiertas de plata.  

Al jefe de la delegación emiratí  se le concedió el honor de destapar el primer plato y al hacerlo, la gran cena del misterio se dejó por fin ver y consistía en -¡oh sorpresa!-  cerdo, alimento que un musulmán nunca comería por que el islam se lo prohíbe.

Tremendo oso británico que nos hace reflexionar sobre la importancia del conocimiento cultural cuando nos relacionamos con personas de otros países.


 Marcelino Torrecilla N (matorrecc@gmail.com) 

Fuente
  
Al Fahim, M. (1995). From Rags to Riches (De los Harapos a la Opulencia). London.London Center of Arab Studies.


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