lunes, 12 de mayo de 2014

La librera de Marrakech


“… Recuerdo cuando yo tenía más o menos seis años, la policía vino a arrestar a mi tío comunista por tener unos libros de Lenin y de otros pensadores de su corriente. Siendo la mayor de los hermanos sentía la responsabilidad de ayudarlo y corrí a esconder los libros. Al mismo tiempo había muchas preguntas por responder: Qué hizo ese señor? Es un ladrón? Qué hay en sus libros que tengamos que ocultar? 40 años  después es la motivación de mi trabajo: los libros no se deben esconder ”.



La anterior anécdota es contada por Jamila Hassoune, quien  llevada por la experiencia, tomó la firme decisión de hacer accesible un libro para todo el mundo en su natal Marruecos, especialmente en zonas remotas donde todavía hay gente que nunca ha abierto un libro en su vida. 

El cautivante relato de Jamila hizo parte de su conferencia en la reciente Feria Internacional del Libro en Abu Dhabi, que reunió a un considerable número de intelectuales del mundo árabe. Jamila pertenece a una familia tradicional de libreros en Marrakech, una ciudad en el suroeste de Marruecos, donde tiene su librería y centro de operaciones para el sinnúmero de actividades culturales que la mantienen ocupada todo los meses del año.

Lectores intimidados

Con gran entusiasmo, junto a su padre, abrió su primera librería frente a una universidad en Marrakech, con la esperanza de tener, mas que compradores, muchos entusiastas lectores del centro educativo. Las cosas, sin embargo, no se dieron de esa manera. “…Esperamos días y semanas pero nadie entraba a la librería y nos preguntábamos  por qué, con tantos libros que teníamos disponibles…” .

Es aquí cuando Jamila  decide salir a buscar a los estudiantes. “Si ellos no venían yo iría donde  ellos”, afirma con decisión.

Oriundos  la mayoría de remotas zona montañosas y desérticas en Marruecos, ninguno de los estudiantes había pisado en su vida una librería y se sentían intimidados de entrar en una. Además de esto, por su situación económica tan limitada, les apenaba no poder comprar nada. De esto se entera Jamila, quien les  manifiesta que no tenían ningún compromiso de comprar y los invita a asistir a charlas y conferencias que daban amigos suyos, profesionales en diferentes disciplinas.

El primer invitado fue el escritor  hispano-marroquí  Juan Gauticero y a la charla se presentaron 200 personas. No tenían el lugar para recibir a tantos  y   les tocó sacar muebles para hacer espacio y acoger los que quedaban afuera y así darles la oportunidad de asistir al evento. Comenta Jamila  que “para la mayoría de estos jóvenes era la primera vez que tenían la experiencia de conocer al autor que había escrito el libro y esta fue la forma como finalmente logramos que entraran”.

La caravana del libro

Consciente de la necesidad de conocimiento en las zonas rurales de Marruecos, Jamila  se crea la Karavan Du Livre (caravana del libro)  y se lanza al desierto en busca de sedientos lectores y de todo aquel que quisiera saber qué pasaba más allá de un horizonte de dunas y montañas.

La tarea se hace titánica, ya que el 50 por ciento de la población marroquí vive en el campo en zonas donde la precariedad reina, lo que incluye,lógicamente, la falta de recursos educativos. Esto contrasta con  "la curiosidad que tiene la gente  por saber de todo", como lo expressa Jamila en alguno de los apartes de su charla.




La caravana del libro, como bien lo define su creadora, es un “centro cultural en movimiento” que le lleva a la gente-especialmente a los jóvenes- la oportunidad de conocer y saber a través  de  libros, charlas, cine o del casual encuentro que incluye a tanto extranjeros como lugareños por igual. (ver video 1 , video 2).

Al estar tan distanciados, los habitantes que viven a miles de kilómetros de la ciudad, desconocen, por ejemplo, información -o desinformación- acerca de su propio país, tal como su historia o geografía. La caravana tiene también como meta llevarle a la gente el poder de tener esta información básica y darle la oportunidad de la réplica.

Lo anterior es ilustrado por Jamila cuando nos relata que “A mis 11 años recuerdo que cayó en mis manos un libro acerca de estadísticas del mundo y, por su puesto, devoré el capitulo que tenía que ver con Marruecos en donde me entero de que las mujeres eran consideradas como “improductivas” por aquello de que no recibían un salario, lo cual era cierto". 

" Posteriormente, cuando mi padre me llevó en uno de sus viajes por diferentes lugares del campo, veo con sorpresa que las únicas que realmente trabajaban eran las mujeres, lo que inmediatamente encendió en mi la chispa de la crítica y el cuestionamiento. Es este el tipo de debates que nos gusta iniciar en la caravana, en este caso para replicarle a ciertos contenidos ”.


De Marruecos a Colombia

En Colombia la versión criolla de la librera de Marrakech se llama Luis Soriano, dedicado profesor en el departamento del Magdalena, al norte del país suramericano. El profesor Soriano cumple la loable labor de llevarles, en burros, libros a niños en apartadas veredas de la región, a quienes enseña y da a conocer un mundo para ellos desconocido, y abierto para ser explorado. (Ver video)

Para los niños y sus padres, el profesor Soriano representa la única posibilidad de adquirir conocimiento y saber, ya que el acceso a libros y educación en esta región macondiana y olvidada se convierte en un sueño quimérico e inalcanzable.  

Al final de la conferencia le comentamos a Jamila  acerca de la labor del profesor Soriano, en algunos aspectos muy parecida a la de ella, y nos respondió estar enterada de su trabajo. Admira el emprendimiento y la tenacidad del colombiano por querer (como ella) llevar el conocimiento a aquellos que más lo necesitan.

Curiosamente, el ardiente deseo por que otros lean y aprendan, puede ser motivado por factores tan  disímiles y distantes como un libro comunista en Marruecos, o en Colombia por un cuadro desolador de una niñez abandonada. Gracias Jamila Hassoune y Luis Humberto Soriano por su entrega y dedicación.


 
 Marcelino Torrecilla N ( matorrecc@gmail.com)
Abu Dhabi, Mayo de 2014


                                                       Fuentes de información

"The Caravan-Librarian Conversation." inspirational Friday. N.p., n.d. Web. 10 May 2014. <http://inspirationalfriday.com/2012/10/26/the-caravan-librarian-conversation/>.

Fotos

Jamila: www.razzismobruttastoria.net
Dunas: www.hdwallpapersbot.com
Montañas : www.getyourguide.com
Desierto: www.transitionsabroad.com
Profesor Soriano: biblioburrosinfronteras.blogspot.com
Jamila en la librería: www.rtbf.be
Caravan du livre: YouTube screenshot 


lunes, 5 de mayo de 2014

Los emiratos colombianos

Como en los Emiratos Árabes Unidos, en muchas regiones de Colombia, además del carbón y otros minerales, se explota gas y petróleo, recursos de los cuales se obtienen jugosísimas regalías  que en la vigencia 2013-2014 ascendieron a 17,7 billones de pesos.


El emirato de la Guajira, por ejemplo, recibió 850,6 mil millones que deben ir, supuestamente, a entes con nombres rimbombantes como el Fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación (FCTI) o el Fondo de Desarrollo Regional (FDR)  o el Fondo de Ahorro Pensional Territorial (FAPT)- todos éstos entre muchos otros parapetos o muñecos de este tipo, que deben existir en nuestro país del Sagrado Corazón de Jesús.





Si nos vamos un poco más atrás, en el 2012,  por regalías al emirato  del Meta el gobierno central le adjudicó $215.487 millones, al emirato del Casanare $99.348  y al del Cesar $93.356. Es bueno anotar que este chorro de dinero se le ha venido girando a los diferentes "emiratos colombianos" por años y años, así que si hacemos el ejercicio de sumar, se nos revienta la calculadora con tanta plata junta.





Hay otros factores que sí alteran el producto, por ejemplo, en la distribución de cargas y beneficios, las regiones y Colombia salen trasquilados, ya que siendo ellos los dueños del producto, al final del negocio terminan recibiendo unas muy modestas utilidades financieras comparadas con las de las grandes multinacionales petroleras, quienes en otros países sí pagan, por el mismo producto, porcentajes muchísimo mayores.


Un botón para la muestra, Colombia por la explotación del oro, recibe un ridículo 4% de utilidades. Y para rematar, estas regalías son descontadas del impuesto de renta que deben pagar las empresas beneficiadas.

El panorama es muy desolador, además de los modestos porcentajes que paga la gran minería, nos deja un tremendo e irreparable daño ambiental que es insostenible en términos de las metas de desarrollo del milenio. Y para reforzar la ley de Murphy, en esos emiratos criollos, hay miseria, hambre y atraso. No hay agua potable, ni salud, ni educación ni vivienda para la mayoría de sus gentes.

Y la cereza de este postre es que los jugosos recursos que los emiratos colombianos reciben por regalías, toman otro rumbo y terminan siendo despiadadamente depredados por la insaciable corrupción. De esto puede dar fe la Contraloría General de la República con una gran cantidad de hallazgos, procesos fiscales, expedientes y folios que atiborran sus escritorios y los discos duros de sus computadores.


 Fondos que funcionan

En los 4 años que he estado viviendo en los Emiratos Árabes Unidos, aún no me he tropezado con el primer hueco en una calle; sólo veo amplias avenidas que resaltan por su limpieza; tampoco he visto todavía a pacientes que se mueran en las puertas de los hospitales porque los centros de salud carezcan de recursos básicos para una pronta atención: lo anterior quiere decir que las regalías del Fondo de Desarrollo Regional (FDR) aquí  se ejecutan.

Tampoco he visto a estudiantes mendigando recursos para sus investigaciones o privados de recursos tecnológicos tan vitales para cualquier emprendimiento académico: en este caso aquí la plata del Fondo Ciencia y Tecnología e Innovación se ve claramente invertida y operando.

Para terminar, tampoco he visto a pensionados locales que les embolaten sus mesadas por falta de recursos, lo que quiere decir que el  Fondo de Ahorro Pensional Territorial (FAPT) de acá hace bien la tarea cumpliendo y no permitiendo que sufran los miembros más sabios y respetados de su sociedad. Este es, grosso modo, la percepción  del colombiano de la calle  del manejo de regalías en nuestro país.

Al final, muy quijotescamente pienso que los seres humanos deberían poder vivir  sin tocar los recursos mineros y petroleros que la naturaleza posee y en su lugar generar energías limpias ambientalmente sostenibles.

Por otro lado, la realidad de las regalías es el escenario vigente, del cual unos pocos se aprovechan en Colombia: en este contexto la naturaleza humana y el medio ambiente son igualmente maltratados.

Marcelino Torrecilla N (matorrecc@gmail.cpm)
Abu Dhabi, Mayo 5 de 2012
Ver resto de mis blogs en este enlace : http://www.eltiempo.com/blogs/un_colombiano_en_emiratos_arabes_unidos/


Fuentes de información

"Palabra Guajira.". N.p., n.d. Web. 2 May 2014. <http://www.palabraguajira.net/la-guajira-tendra-850-6-mil-millones-de-pesos-por-regalias-en-los-proximos-dos-anos>.

"Sistema General de Regalías." SGR. N.p., n.d. Web. 3 May 2014. <https://www.sgr.gov.co/Prensa/EnMedios.aspx>.