martes, 9 de diciembre de 2014

Ocultas en Kabul

Llegar a este mundo siendo una niña en Afganistán, significa iniciar la vida en forma desfavorable y adversa, ya que ser mujer, en este país asiático, parece ser un pecado de género y por ende un sinónimo de desvalorización y deslustre.

En la ausencia del varón 

Muchas veces se dan casos de parejas afganas que han concebido solo niñas, en un número significativo. En esta circunstancia, para llenar el vacío del varón, en algún momento pre-púber de la niña mayor, las familias la inician formalmente en el rol de niño y por lo general se convierte en el único varón  de un clan afgano.

A esta vieja costumbre -de resistencia y supervivencia-  así como a las niñas que la experimentan, se les denomina bacha posh. El termino- en el idioma  Dari (segunda lengua oficial de Afganistán)- literalmente significa: vestida como niño.


3 Kabul
Kabul, Afganistán
Kabul, ciudad capital de Afganistán, se convierte en el escenario donde Jenny Nordberg, periodista estadounidense, ahonda en la práctica del bacha posh, lo cual materializa en un libro titulado: Las niñas clandestinas de Kabul. En un interesante  relato describe la historia de cuatro niñas: Azita, Zahara, Shukria y Nader, quienes viven, en diferentes circunstancias, la milenaria costumbre afgana.

Varón y sociedad
La sociedad afgana reclama siempre la presencia de varones en la familia, debido a que, entre otras razones, los niños gozan de ventajas, oportunidades y seguridad: un niño, por ejemplo, representa un ingreso económico para la familia y a las niñas, por el contrario, no se les permite trabajar.

El camino al colegio es peligroso, pero si la niña esta disfrazada como niño, el artificio, en la mayoría de los casos, le garantiza su seguridad. La ausencia de niños en una etnia afgana simboliza una familia incompleta y absolutamente anómala, lo cual es objeto de rechazo social.


Creencia influyente

Otra poderosa razón para tener una bacha posh  en la familia la dicta la suerte. Existe la creencia de que al darse la transformación- a niño-, el siguiente embarazo de la madre debe ser un varón, lo que, en algunas ocasiones, se da en forma generosa. Es este el caso de la madre de Zahra -una de las cuatro niñas bacha posh del libro de la escritora Nordberg- , quien  tuvo cuatro varones.

De vieja data
de armas
Malalai de Maiwand: De armas tomar
Es relevante agregar que la adopción del bacha posh data de generaciones mucho más antiguas que la de Zahra y su madre. Miembros  de este clan cuentan que la tatarabuela de Zahra montaba a caballo como la famosa guerrera afgana Malalai de Maiwand-la contraparte de Juana de Arco- quien ayudó a expulsar a los británicos de Afganistán en el año 1880.

Volver al género

La fase bacha posh en la vida de algunas niñas afganas, tiene una condición notoria y sine qua non: llegada la etapa de la pubertad, la niña debe volver a su género de mujer, casadera y procreadora. Aplazar o retardar esta transición,  coloca una  gran mácula en la reputación de la mujer y de su familia.


Zahra: ¿punto de no retorno?
Zahara
Precisamente, volver al rol de mujer fue a lo que rotundamente se opuso una niña afgana llamada Zahra, que cuenta ahora con quince años de edad.
La gente le grita obscenidades a las chicas en la calle– comenta Zahra–, y es cuando esto pasa que no quiero ser mujer; si soy un muchacho, la gente no me habla así.

Las mujeres en Afganistán son ciudadanas de segunda clase– continua con firmeza Zahra –, y es por eso que quiero ser siempre un muchacho, un muchacho, un muchacho. (Repite con vehemencia)

Rol activo

Zahra, entonces, tiene claro que no quiere volver al papel tradicional de  mujer y su rol  como varón lo asume en forma cabal y responsable. Ella es quien protege a sus hermanas y no tiene pelos en la lengua para replicar a insultos e insinuaciones callejeras que los hombres les hagan:

Te debiera dar vergüenza– le gritó una vez a un hombre mientras paseaba con una hermana menor–, tu con barba y todo e insinuándotele a una niña.

En la casa es Zahra quien, entre muchas labores, hace las diligencias al bazar o al sastre, llena pesadas latas de gas y las lleva a la casa y saca las inmensas alfombras para sacudirles el polvo.


Epílogo: dos generaciones

Zahra se sigue fuertemente aferrando a su rol de bacha posh desafiando en forma rebelde y decidida a la ultra-conservadora sociedad afgana. En otras épocas, su tatarabuela regresó a su rol de mujer a la edad de 38 años y fue a esta edad que se casó y tuvo hijos. Lo anterior se considera una experiencia única y difícil de emular.

La práctica del bacha posh ha sobrevivido y permanecido por muchas generaciones en la cerrada y rígida sociedad de Afganistán. Sin embargo, no deja de ser una triste opción en un contexto de limitación y sumisión  de género.

Marcelino Torrecilla N (matorrecc@gmail.com)
Abu Dhabi Diciembre de 2014




Referencias


Nordberg, J. 2014. The Underground Girls of Kabul. Virago Press
Foto de Zahra: Adam Ferguson
Foto de Kabul: en.wikipedia.org

miércoles, 19 de noviembre de 2014

La perla de los dos destellos

En tierras de los Emiratos Árabes Unidos se le llama Dana a la perla más preciada. Viejos lobos de mar  afirman que una Dana se pesca de generación en generación, por lo tanto es la perla más esquiva que haya existido.
Historias de perlas

Para un pescador, conseguir una Dana –en los inicios del naciente país petrolero– significaba las ganancias en dinero de todo  un año de arduo y peligroso trabajo.

Cuenta una leyenda que, en cierta ocasión en el emirato de Sharjah, un joven e inexperto pescador llamado Abdulrahman Miftah Masoud tuvo la suerte de pescar una Dana, en las aguas del mar arábigo

Su inexperiencia en la pesca de perlas iba bien de la mano con su ignorancia del significado cultural y material de las legendarias gemas. El joven Abdulrahman, desconociendo totalmente el valor de una Dana, fue de inmediato al souq (plaza de mercado) más cercano a venderla, como quien vende cualquier baratija.

Claro, en el souq se la arrebataron de la mano a la primera exigencia económica que el bisoño pescador  hizo por la nobilísima joya. Y como todo en un pueblo pequeño se sabe, el rumor, como una envolvente tormenta de arena, se esparció por toda la comarca:
EN EL SOUQ DE AL ARSAH ALGUIEN ESCONDE UNA DANA

La pretendida Dana se podía encontrar, entonces, entre la inmensa  maraña de  algunas pocas riquezas y un gran número de bagatelas, que albergaba el legendarioo souq de Al Arsah, en Sharjah.
cachivaches
En una mañana de un caluroso día del mes de junio, el gran souq fue despertado y sacudido por un histórico allanamiento que duró cinco incansables días.

A la gran Dana la buscaron palmo a palmo, cachivache tras cachivache, día y noche durante interminables horas, para las cuales se necesitaron varios turnos de buscadores. Muy a pesar del extenuante esfuerzo, la perla no apareció en la gran plaza de mercado.

Al joven pescador no se le vio más por el pueblo. Se cuenta después, que, ante su  tragedia de desgracia e ignorancia, el  hombre corrió hacia la playa y nadó delirantemente hasta el punto en el mar en donde había encontrado la Dana. Se lanzó  con el quimérico deseo de hallar una nueva y, de alguna forma, reparar la falta.  Abdulrahman Miftah Masoud se ahogó con el  deseo y su cuerpo nunca fue encontrado.

Cuentan que el joven le había vendido la Dana a un beduino llamado Abdulla Ali Sulaiman. El habitante del desierto, en su inquebrantable deseo por conservar la joya, emprendió una frenética carrera de horas y días en el inmenso desierto emiratí. Solo se detuvo cuando sus piernas desfallecieron de físico cansancio, y fue en este preciso punto donde se presume que el viejo beduino había enterrado la joya.
La larga carrera de Abdulla Ali Sulaiman terminó trágicamente en las goteras del emirato de Sharjah, donde su cuerpo fue encontrado, boca abajo, en las ardientes arenas del desierto.

Su muerte se produjo por agotamiento, después de andar errante muchísimo más tiempo de lo que hasta un beduino mismo pudiese resistir. El cuerpo sin vida fue hallado un medio día del mes de agosto, sin la anhelda Dana.

Fallecidos los dos protagonistas de la gran perla perdida, la búsqueda continuaba y la clave para hallarla estaba en determinar el punto exacto, en el inmenso desierto, donde Abdulla Ali Sulaiman pudo haber escondido la gema.

Semejante cálculo tenía muchas preguntas y muy pocas respuestas. No se sabía, por ejemplo, qué dirección había tomado Abdulla. Muy posiblemente hacia el sur, que era la zona más conocida y transitada. Por otro lado, pudo haber tomado el norte, precisamente buscando un lugar desolado para su propósito. Tampoco se sabía cuántos días había caminado y corrido, antes de llegar al punto del escondite.

En el desierto de Sharjah las preguntas de este tipo llovían y todo era conjeturas y especulaciones, pero alguien tenía que resolver esta especie de acertijo matemático.
La dificil tarea  se la encomendaron al gran sabio de la época, el matemático Iraquí, Ahman Tahir Salem acompañado por un grupo inter-disciplinario de eruditos, liderado por el científico Jordano Diyaa Khaled Nasser.

Los respetados estudiosos permanecieron reunidos por espacio de cinco días. Una luminosa  mañana del mes septiembre, los notables informaron al público el sitio  aproximado donde, ellos calculaban, Abdulla Ali Sulaiman  había dejado de correr y escondido la Dana.

«Nuestros cálculos nos indican –anunciaba con gran solemnidad el gran sabio Ahman– un punto hacia el sur, a unos 200 kilómetros de aquí, al pie de la Duna de Al Amal».

Entusiastas caravanas partieron de inmediato al sitio indicado por los peritos y minuciosas excavaciones iniciaron una nueva búsqueda.

El segundo intento por hallar a la Dana, removiendo arena desértica, tomó las noches y los días de 40 jornadas, después de las cuales, los fervientes buscadores desistieron de puro agotamiento y desesperanza.

Tristemente, el cálculo de los afamados científicos había sido desacertado y la perla seguía esquiva a la vista de los pobladores del emirato de Sharjah. Después de este, nunca hubo un intento más por encontrar a la Dana y, en ese día 40 de búsqueda, la elusiva gema se declaró perdida y sepultada para siempre.

La Duna de Al Amal, muy a pesar de todo, se identificaría siempre como el lugar donde podía estar la Dana. Por lo tanto, la emblemática y aislada colina se convirtió  en un lugar de especial significado, de recuerdo y romería, donde todavía se añoraba la perla perdida del souq de Al Arsah.

La gran Dana tuvo únicamente dos destellos, que fueron vistos solo por dos hombres, a quienes siempre se les consideró inmerecedores de semejante vivencia. Fueron los destellos, de los cuales fue privada toda una generación, la generación, que por mucho tiempo lloró lágrimas de nácar.
Marcelino Torrecilla N (matorrecc@gmail.com)
Abu Dhbi , noviembre de 2014

http://blogs.eltiempo.com/un-colombiano-en-emiratos-arabes-unidos/
Fotos
Perlas y bagatelas: Periódico El Nacional de Abu Dhabi

lunes, 10 de noviembre de 2014

De Souq por Emiratos

Souq es sinónimo de compras y esta palabra en el idioma árabe significa lugar de mercado. En los Emiratos Árabes Unidos, los souqs de Saqr, Al Arsah y Al Masqoof, en Sharjah, se pueden considerar como legendarios y dignos representantes de un centro de ebullición comercial árabe-emiratí, que goza por igual de gran acogida entre lugareños y extranjeros.

La gama de artículos que se pueden conseguir en un souq da para todo. Puede uno  encontrarse -entre otros objetos- billetes con las fotos de tiranos de la región, placas de carros con uno o dos dígitos, diseñadas exclusivamente para la familia real emiratí, viejos manuscritos, juegos de té con las imágenes de monarcas como la reina Alia de Jordania y el rey Farouq de Egipto, y, claro, no podían faltar, las universales lámparas de Aladino.

El objeto más antiguo

Ante la historia que cargan tantos objetos juntos en un souq, los compradores se interesan por saber el origen y la antigüedad de los artículos que adquieren.

“– Siempre nos hacen la pregunta–comenta el señor Mohammed Khalifa Al Saidi, dueño de uno de los negocios –, de cuál es el objeto más antiguo del souq.

“–Aquí lo tienen– responde el señor Al Saidi señalando a su veterano amigo Ismael Mubarak–, este es un auténtico fósil emiratí ”.
Los dos se unen en una estruendosa carcajada que retumba en todo el bazar y hace voltear las miradas hacia el puesto del jacarandoso  Mister Al Saidi. En realidad, el buen humor árabe es el objeto más antiguo del souq, el cual ha existido desde siempre.

De Verduras a Versace 

A la par con el souq tradicional, el de comestibles y cachivaches, se ha creado una versión moderna materializada en El Mercado Central, interesante punto de gran actividad turística, recientemente inaugurado en la ciudad de Abu Dhabi, capital federal del emergente país petrolero.

El variado movimiento comercial del souq emiratí ha pasado de verduras frescas ofrecidas -tiempo atrás- en inmensos e improvisados tablones, a  finos zapatos de Versace mostrados en lujosas y deslumbrantes vitrinas.

Los invito a un corto paseo visual que nos muestra, a través del tiempo, la evolución de ese centro de efervescencia comercial y social llamado  el souq.

El Souq de antaño
Inicios del souq de Abu Dhabi: día de compras.
Inicios del souq de Abu Dhabi: Día de compras.
En Abu Dhabi también hubo una calle de las vacas, como en la vieja Barranquilla.
En la arenosa Abu Dhabi también hubo una calle de las vacas, como en la vieja Barranquilla.
El comienzo fue con chazas a la lata.
El comienzo fue con chazas a la lata.

El Souq de hoy

 El Mercado Central en Abu Dhabi.
Entrada: El Mercado Central en Abu Dhabi.
3 souk
Día de compras hoy
SOUK 6
Jardín interior: matizando la atmosfera de compras.
SOUK 5
Variedad de tiendas para escoger


El Souq del pescado: de la clase a la mesa
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Clase de pescados
En una atracción turística se han convertido las clases magistrales de cocina que chefs, impecablemente vestidos, dan en pleno mercado del pescado en la ciudad de Abu Dhabi. La experiencia arranca en el hotel Le Royal Méridien y cocineros y comensales se embarcan en un recorrido gastronómico que dura cuatro horas incluyendo el souq de frutas y verduras. Los anteriores puntos de parada están localizados en Mina, una área comercial y turística de la capital emiratí.

La compra 

Una reciente experiencia gastronómicas arrancó con la compra de los comestibles. Los participantes, en un número de diez,  llegaron al mercado en la mañana de un sábado en donde, primero, les dieron una clase para diferenciar el tipo de pescados locales y distinguir un pescado fresco. Un pareja compró  un róbalo y una mojarra por 50 dirhams (unos 28 mil pesos colombianos). Luego salieron para el mercado de frutas y verduras. Aquí los chefs les enseñaron  cómo escoger los productos que necesitaban y les dieron a conocer algunas hierbas y vegetales que los curiosos aprendices desconocían completamente.

Manos a la sartén

El  animado grupo regresó a las 12:30 a.m. y se reunió  alrededor de una cocina abierta en el restaurante del hotel. Aquí los chefs, sobre un gran mesón, pusieron todos los productos que habían comprado y en las siguientes dos horas los entusiastas turistas aprendieron, entre muchas otras cosas, cómo limpiar y cortar el pescado, nuevas formas de usar las frutas y vegetales, así como a cortar higos chumbos.

A medida que los chefs continuaban con su tarea, los estudiantes recibían novedosos consejos de cocina y al final los exquisitos platos preparados por los experimentados maestros, consistieron en verdaderas repentizaciones culinarias -que se ingeniaron en ese momento-, contrario a lo que todos esperaban, o sea, el tradicional pescado a la plancha acompañado con una ensalada y demás. Todos los participantes terminaron espontáneamente compartiendo los diferentes platos de exóticas combinaciones, nuevas para sus paladares. Fue esta una deliciosa experiencia socio-gastronómica.

La cuenta

Ésto es lo más sorprendente de todo: la experiencia no tiene costo alguno. Usted sólo cubre los gastos de los productos que compra en el Mercado y si quiere darle algo a los chefs, es voluntario. Después de esta esmerada atención culinaria, la gente acostumbra a dejar una sustanciosa propina.


Reflejo Socio-económico

Visitar un souq en el mundo árabe es toda un vivencia cultural que nadie se pude perder. La historia social y comercial de un país como Los Emiratos Árabes Unidos  se ve bien reflejada en la atmósfera de sus souqs, que nos muestran  lo que fueron ayer con modestos inicios de un comercio veredal y lo que son hoy con pujantes movimientos de grandes y ambiciosos negocios, que atraen la atención de inversionistas de la región y del resto del mundo.

Hoy nos dimos un paseo por el souq : el de cachivaches y recuerdos, el sofisticado y elegante y el pedagógico, de ricas experiencias. El souq da para todos los gustos y paladares, y sintetiza, de alguna manera, vivencias significativas del quehacer social y comercial en el mundo árabe-emiratí.

Marcelino Torrecilla N
Abu Dhabi octubre de 2014
Los invito a ver el resto de mis blogs en este enlace
http://blogs.eltiempo.com/un-colombiano-en-emiratos-arabes-unidos/


                                                             Referencias

Ghazal, R. (2013, June 9). Memories and history for sale at Sharjah antiques market. Retrieved from http://www.thenational.ae/news/uae-news/heritage/memories-and-history-for-sale-at-sharjah-antiques-market#ixzz2W06tfUob


Johnson, S. O. (2014, October 25). Market Kitchen in Abu Dhabi is conducting an unusual cookery class. The National. Retrieved from http://www.thenational.ae/arts-lifestyle/chefs/market-kitchen-in-abu-dhabi-is-conducting-an-unusual-cookery-class

Fotos: Periódico El Nacional de Abu Dhabi

miércoles, 29 de octubre de 2014

Historias de Gaza: volver al pasado


Ramle
Al- Ramla
En el año 1967 tres primos palestinos, Yasser, Ghiath y Bashir -elegantemente vestidos de saco y corbata en una temperatura de 40 grados centígrados- se aventuraron a regresar a sus antiguas casas de infancia, en el pueblo de Al- Ramla, desde donde veinte años atrás habían sido violentamente expulsados por fuerzas israelíes. Cuando  Yasser toca la puerta de su antigua casa, una señora, entrada  en sus cuarenta, sale a abrirle. "–Por favor, sólo quiero ver la casa donde viví antes–" exclamó cándidamente el inesperado visitante. La sorprendida señora comienza a agitarse. “–Si no se retira de inmediato, llamaré a la policía–” le responde airadamente. El joven Yasser terminó siendo expulsado por segunda vez.

Por su parte, Ghiath es testigo, con lágrimas en sus ojos, de cómo su casa había sido convertida en un colegio. El rector del plantel amablemente los invita a una taza de té y luego a hacer un recorrido por las instalaciones. Durante el recorrido, no se dejaban de oír los constantes sollozos de un terriblemente conmovido joven palestino, para quien, el más insignificante espacio del lugar le traía un bello e inolvidable recuerdo de sus primeros años de vida.


Finalmente, a Bashir, al tocar el timbre de su antigua puerta, le sale al encuentro una mujer llamada Dalia Eshkenazi- joven judía de origen búlgaro - quien lo invita a él y sus dos primos a entrar a su casa- no antes de dudarlo por un buen rato. Dalia sabía quienes eran y que algún día vendrían -su lógica histórica se lo indicaba- y tenía claro, que si les decía en ese momento que regresaran más tarde, no los volvería a ver; en el fondo ella quería un acercamiento con los jóvenes palestinos.


lemontree La osada aventura de los tres primos palestinos y el inusual encuentro de jóvenes en bandos opuestos, hacen parte del argumento principal del libro El Árbol de Limón, The Lemon Tree en inglés, escrito por el periodista estadounidense Sandy Tolan. La obra ahonda en los intríngulis del conflicto árabe-palestino israelí y en una peculiar y difícil amistad entre Dalia y Bashir, que supera barreras político-religiosas y logra perdurar, con muchos altibajos, por más de cuatro décadas.


Más sobre el encuentro con Dalia

Después de la triste experiencia que tuvo Yasser, a quien no se le permitió el acceso a su entorno de infancia, los jóvenes palestinos no podían creer que una mujer judía los invitara con palabras amables a entrar a su casa. De hecho, se quedaron paralizados en la entrada dudando si la joven, en realidad, les había dicho que siguieran.
“–Vamos– un convencido Bashir les decía a sus dos primosella dijo que sí, que entráramos a la casa”.

Dalia estaba consciente de que no era nada aconsejable tener a tres árabes en su casa, después de haber terminado recientemente la guerra de los Seis Días entre árabes e israelíes, pero la vulnerabilidad que transmitían los jóvenes le inspiraba confianza. Ella sabia que no corría peligro. Se sentía, de alguna forma, segura.

Al tener completo acceso a la casa, Bashir parecía haber caído en trance detallando cada rincón del lugar, su antiguo hogar, y, como una cámara fotográfica, capturaba cada espacio y objeto que veía.
Tiempo después, Bashir recordaría que Dalia le dijo: “–Creo que ustedes se fueron cuando eran muy jóvenes; tal vez el mismo año que yo llegué ”.

En ese momento, cuenta Bashir, él quiso explotar y gritar: NO NOS FUIMOS, NOS FORZARON A IRNOS. Sin embargo, esa versión era la que siempre le habían dado a Dalia desde niña a su llegada a Al-Ramla: que los palestinos habían salido despavoridos, abandonando sus casas.

El encuentro continuó con un amable “–Ahora déjenme tratarlos como a mis invitados– ”, proveniente de Dalia, a lo cual, Bashir, desde sus adentros, replicó: ¿puede alguien ser un invitado en su propia casa?

El encuentro de los jóvenes terminó con los buenos propósitos de verse nuevamente en un futuro cercano. “–Cuando vengas a Ramallah –le dijo Bashir a Dalia al despedirse–, sólo menciona mi nombre, todos me conocen en el pueblo y te llevarán a mi casa”. Ambos sabían que muchas preguntas quedaban huérfanas de respuestas.


Evocando el árbol de la historia
Unos cinco años antes de nacer Bashir, su padre, Ahmad Khairi, sembró un árbol de limón que junto con el resto de su acogedora casa en vías de construcción en Al-Ramla, significaba para el clan Khairi el inicio de una vida plena en una Palestina en paz. Corrían los años treinta.

Expulsión

En el mes de julio del año 1948, un brutal y sangriento desalojo por parte de fuerzas israelíes, expulsó a toda la familia Khairi de Al-Ramla, junto al resto de la población de ese lugar. Treinta mil personas se convertirían en prisioneros y refugiados en su propia tierra.

Nuevos inquilinos

En el mes de noviembre del año 1948, Dalia Eshkenazi y sus padres vinieron a ocupar la casa de la familia Khairi, que para la época vivían en precarias condiciones como refugiados en Ramallah, una población a sólo media hora de donde habían sido desterrados.

Regreso tardío
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La casa del árbol de limón
Unos años después, completamente ciego y con los achaques de su edad, el patriarca Ahmad Khairi,  el hombre que había construido la casa de Al-Ramla con sus propias manos y sembrado el árbol de limón, fue traído a “contemplar” de nuevo su entrañable obra. “– Abrazó  las escarpadas paredes de la casa– comenta Dalia– y preguntó si el árbol de limón aún estaba en el patio trasero. Ahí lo llevamos y se detuvo silencioso delante de él. Lo acarició por un momento y lágrimas comenzaron profusamente a brotar de sus ojos y a rodar por su cara ”.


Cuenta Dalia también, que cuando el señor Khairi caía en estados depresivos y de melancolía en Ramallah, donde vivía como refugiado, él sostenía en sus manos un arrugado y seco limón que había traído de recuerdo de la casa de Al-Ramla. El envolvente aroma que aún le quedaba al generoso fruto, de alguna forma le ayudaba al agotado anciano a mitigar la insoportable y pesada nostalgia que siempre cargaba.

Reclusión y Desilusión

Después de la ocupación israelí, surgieron muchos grupos de resistencia por la recuperación del territorio palestino. Bashir Khairi se involucró en uno de esos movimientos y resultó implicado en un atentado con bomba a un supermercado en Jerusalén. Bashir terminó preso y condenado a pagar una pena de 15 años iniciando su reclusión en la cárcel de Ramallah. El inesperado hecho desilusionó enormemente a Dalia y su amistad  con  Bashir se deterioró por un buen tiempo.


Diálogos de paz
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Dalia y Bashir
Con muchos sentimientos encontrados, Dalia heredó la casa del árbol de limón cuando sus  padres fallecieron y tenía ella que decidir lo que se haría con el inmueble.
“–¿Qué crees tú, Bashir, se debería a hacer con la casa? – le consultó Dalia– tal vez venderla y que tu familia reciba el dinero.”
“– No, venderla, no– replicó Bashir de inmediato–, nuestro patrimonio no está para la venta. Quisiera que esta casa le diera felicidad a los niños árabes de Al- Ramla, la felicidad que yo no pude disfrutar. Quiero darles a ellos lo que yo perdí.”  

La casa del árbol de limón se convertiría en una institución  pre-escolar  para los niños árabes de Israel. Dalia y su esposo tenían también otras ideas, pero este era un buen comienzo.
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Hoy en día la casa del árbol de limón es un emblemático recinto llamado La Casa Abierta, que promueve y estimula la coexistencia israelí-palestina a través de un sinnúmero de  actividades y eventos.


Por décadas el árbol de limón vivió en los corazones de familias de bandos opuestos hasta  fenecer en el año 1998. Luego fue reemplazado por uno nuevo sembrado por las manos de árabes e israelíes, quienes tienen ahora una nueva oportunidad para hacer un buen ejercicio de paz y  entendimiento.



Marcelino Torrecilla N (matorrecc@gmail.com)
Abu Dhabi, octubre de 2014
Ver el resto de mis blogs en este enlace:
http://blogs.eltiempo.com/un-colombiano-en-emiratos-arabes-unidos/


Referencias
 Tolan, S. The Lemon Tree. Black Swan.



 FOTOS
Portada del libro: forthesomedaybook.wordpress.com
Ciudad de Al-ramla: en.wikipedia.org
Dalia y Bashir:  www.arabvoicesspeak.com
Frente de la casa: http://www.friendsofopenhouse.co.il/story-of-the-house/

martes, 14 de octubre de 2014

Joyas de deslumbrante altura (2)


El panorama  arquitectónico en ciudades como Dubái y Abu Dhabi, en los Emiratos Árabes Unidos, presenta un tipo de construcción muy peculiar y distintivo que difícilmente pasa desapercibido. Para esta segunda entrega de joyas de deslumbrante altura, les  traigo tres obras adicionales que, en mi concepto, reúnen los requisitos suficientes para ser llamadas inusuales y extraordinarias.  

El edificio tornado 
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Un tornado detenido
La recientemente construida torre Cayan en Dubái tiene el título del edificio serpenteante  más alto del mundo, que se quiebra 90  grados completos  desde su base hasta su cúspide. En realidad la intención original de su forma es una alegoría a la estructura del ADN humano, pero -para la gente- parece  identificarse más con la representación de un tornado, cuya superficie curva ofrece una gran variedad de vistas para quienes viven en sus lujosos apartamentos. Esta muy especial característica  es uno de los más interesantes atractivos que los creadores tuvieron en cuenta para llamar la atención de potenciales compradores. Un tornado que la osada arquitectura congela en el inusual paisaje urbano de una singular ciudad como Dubái.


Por dar la sensación de estar en movimiento, no recomendaría esta vista a personas que sufran de mareo o vértigo. La torre tiene una altura de 306 metros a lo largo de sus 75 pisos, que albergan 495 apartamentos de lujo. Su construcción tuvo un  costo  de 275 millones de dólares Americanos y se inauguró el 10 de junio del año 2013.  


Calle con aire acondicionado

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A paso rápido y a paso reposado
Las autoridades de transporte del emirato de  Dubái  inauguraron hace dos años un pasaje peatonal techado y debidamente climatizado, que conecta a la estación Burj Khalifa del metro, con el  Dubai Mall. La monumental obra, que tuvo un costo de 32 millones de dólares americanos, tiene una extensión de 820 metros de largo  y   atravesarlo toma aproximadamente unos 12 minutos.

Se podría decir con propiedad que este pasaje es una “calle elevada” con aire acondicionado, ya que el peatón camina plácidamente sobre arterias, avenidas y hasta luces de tránsito. Si quisiera acelerar su paso, el transeúnte  tiene la opción de usar unas rampas rodantes, que tienen una longitud de entre  70 a 120 metros y una anchura de 1.4 metros.


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Disfrutando el entorno
En su camino al centro comercial, el peatón pude disfrutar   la vista del centro de Dubái incluyendo el Burj Khalifa, considerado el edificio más alto del mundo con  163 pisos y 830 metros de altura. Este agradable recorrido está enmarcado por el bello toque de la arquitectura árabe representada por el omnipresente estilo Mashrabiya. Esta conexión del  metro de Dubái podría llegar a mover más de 13.500  personas por hora y por este largo pasillo se estima que circulan aproximadamente unos 30 mil visitantes al día. Además de la inmensa comodidad  para residentes y turistas, esta nueva obra contribuye significativamente en la reducción del tráfico vehicular y  las emisiones de C02. (Ver video aquí del pasaje peatonal)

La torre de Liwa
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El mundo desde un gran florero
“¿Qué es?”, fue la pregunta que le oí una vez hacer a una turista australiana, al ver por primera vez la torre de Liwa. De hecho, esta es la pregunta que la mayoría de personas se hacen, al ver lo que, para algunos es una interesante obra, que rompe los patrones convencionales de construcción, y para otros un patito feo de la arquitectura moderna.Como acertadamente lo sentenció un sabio pensador: la belleza está en el ojo de quien la contempla. Retrocediendo en el tiempo, a mi personal y gratamente, este singular edificio me trae a la memoria el exterior de las construcciones que veía cuando niño en la serie de Los Picapiedras, ¿se acuerdan? 


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Los inolvidables Picapiedras
Yo soy de los que ven a la torre de Liwa con ojos  de sorpresa y añoranza, cada  vez que paso por su frente. La torre de Liwa, cuya fachada semeja un gigantesco florero, se terminó de construir este año 2014 y ocupa un área de 20.604 metros cuadrados, que se utiliza para oficinas y se encuentra en las afueras de la ciudad de Abu Dhabi 

El mágico y sorprendente Medio Oriente genera todo tipo de singularidades, experiencias y sentimientos, incluyendo el recuerdo de los graciosos Picapiedras y el sonoro e inolvidable Yaba-daba-doo.



Marcelino Torrecilla N (matorrecc@gmail.com)
Abu Dhabi octubre de 2014
Fuentes
http://www.khaleejtimes.com/kt-article-display-1.asp?xfile=data/nationgeneral/2012/December/nationgeneral_December433.xml&section=nationgeneral
Fotos
Gulf news
Video

lunes, 6 de octubre de 2014

El largo vuelo de un halcón

Cuenta una historia que, en cierta ocasión, a un poderoso jeque en el Medio Oriente lo despertaron con la  noticia de que su halcón más preciado había desaparecido. Alado Dorado, como llamaba el gran jeque a su halcón, hacía parte de la más fina estirpe de su especie –la Shaheen– y su valor comercial era incalculable.

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A decir verdad, esta distinguida ave no tenía una estimación en dinero, pero sí un  valor sentimental para el jeque y su clan familiar. 

Al día siguiente de la pérdida, el pueblo fue despertado por un comunicado de la Familia Real, en donde se ofrecía una recompensa por quien encontrara a Alado Dorado.
* * *

En un azaroso vuelo, Alado Dorado fue a parar en la ventana del baño de Francesca Toccaccio, una menuda dama Ítalo-argentina, recién llegada al Medio Oriente. La llegada del «bello pajarraco» –como inicialmente lo llamó fue, para ella, un signo de buena suerte. Alado Dorado experimentaba ahora nuevos aires, en un hogar que lo acogería.

La diminuta figura de Francesca Toccaccio contrastaba  con las  comilonas que organizaba en su casa, y por las cuales ya comenzaba a adquirir fama en el  Medio Oriente.

La llegada de Totti, como finalmente terminó llamando Francesca a Alado Dorado, era motivo suficiente para organizar una fiesta con el derroche de la variada comida italiana, que tanto le encantaba preparar a la signora Francesca. Hoy era el gran debut en sociedad de Alado Dorado ante la bulliciosa colonia italiana, en este rincón del Medio Oriente.

«Quiero ahora –inició Francesca su introducción– presentarles el motivo de nuestra celebración».

Entra al baño y sale sosteniendo a Alado Dorado sobre un bate de cricket, que sus antiguos vecinos paquistaníes habían dejado, y que ella improvisaba hoy como estaca.

«Les presento a Totti, mi bello  pájaro y nuevo  miembro de la familia».
Exclamaciones  retumbaron en el gran recinto, alabando la belleza del gran halcón. La potente aura de su majestuosidad envolvió a los contertulios, hasta el punto de enmudecerlos por unos buenos segundos.

«Me llegó literalmente como caído del cielo –continuó Francesca–, y es por eso que veo a Totti  como una buena señal. De hecho, desde su llegada, mis cosas marchan mejor».

Con todo dispuesto sobre una decorada mesa –en un ensordecedor bullicio– Totti fue colocado en el centro, en todo el frente a Francesca. Todos los comensales se desvivían por darle a probar al ave toda la abundante comida, preparada especialmente para él.

Este era, entonces, el nuevo mundo donde el gran halcón dorado parecía acomodarse bien. De un palacio real lleno de solemnidad, pasaba a uno gastronómico cargado de carbohidratos y de una desabrochada atmósfera activada por su nueva familia italiana. Para un gran Shaheen, este había sido un largo vuelo.

* * *
Ali Mustafá Sidky era un cazafortunas, para quien el rumor representaba el principal insumo de sus turbias actividades. A la fama de los banquetes de Francesca Toccaccio, se le unía ahora la popularidad de tener siempre como invitado a una majestuosa ave. De esta segunda fama, el embaucador ya estaba al tanto, y dispuesto a capitalizarla, para obtener la recompensa que el gran jeque ofrecía por su caro Alado Dorado.

Semanas después de la fiesta en honor a Totti, en una fresca mañana de noviembre, era Ali Mustafá Sidky quien tocaba la puerta de Francesca Toccaccio.

Después de los preámbulos sociales de presentación y en el  momento de ver al ave, Ali  Mustafá rompió en  llanto:

Mi amado hijo Samir –inició Ali su historia, con sus manos sobre su rostro– llora desconsolado la pérdida de su halcón, que lo acompañaba desde la cuna. Nacieron  juntos –Ali deja salir un sollozo y haría usted señora Frandisca –¡Francesca! le corrigió de inmediato la dueña de casa– perdón, señora Francesca –continuó el "afligido"–,  haría usted hoy a un niño feliz, y de paso una obra de caridad por toda una familia, al devolverme esta amada ave, sin la cual no podemos vivir.

–Me conmueve su historia señor Alile respondió Francesca en un tono compasivo– más cuando se trata de un niño. Lo siento. Siempre pensé que esta era un ave silvestre, y la tomé como un regalo que me daba el desierto. Debo decir que me había encariñado mucho con Totti , así decidí yo llamarlo, pero ahora veo que esta bella ave tiene que volver a su verdadero hogar. 

–Soy una mujer de ley y orden y por lo tanto, para entregarle el halcón, solo pido que se cumplan dos condiciones: que la entrega se haga ante un veterinario y un policía.

Mi querida señora, las autoridades en el Medio Oriente hacen engorroso este tipo de procedimiento – dijo el "acongojado" Ali–. Por que no más bien…

–Ya le dije señor Ali le interrumpió Francesca–. Requiero de un policía y un veterinario. Usted trae el veterinario y yo traigo el policía.

Después de esta visita, Francesca no volvió a saber más de Ali Mustafá Sidky, ni de sus pretensiones por Alado Dorado. Muy seguramente por la urticaria que al timador le causaba todo lo que supiera a autoridad. Ante el fracaso de su artimaña, Ali Mustafá Sidky decidió reportar la localización del ave a la guardia real del gran jeque. Buscaba que por lo menos se le reconociera algún porcentaje –así fuese mínimo– de la jugosísima recompensa.

«Toda la recompensa se le entregará solo a la persona que tenga al halcón», fue la tajante respuesta que obtuvo el oportunista, de quienes manejaban los asuntos del gran jeque.

* * *

Esta vez, quien llamaba a la puerta de Francesca Toccaccio era el gran jeque, acompañado de todo su séquito. Al tanto de la exigencia de la señora Francesca y a pesar de lo innecesario de la misma, (un jeque no necesita certificar nada) la comitiva la conformaban cinco veterinarios y un piquete de policías. Adicionalmente traían ellos un baúl con todos los títulos nobiliarios de Alado Dorado, y una certificación, que señalaba al gran jeque como único dueño del ave.
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«Su presencia honra mi modesta casa, su alteza –inició Francesca unas cortas palabras  de bienvenida–. Y a esta sí le puedo llamar una visita real».

Además del baúl, y al chasquido de los dedos del gran jeque, tres corpulentos hombres introdujeron en el gran salón de banquetes, otro aún más grande. El inmenso baúl contenía la  recompensa. Al abrirlo, de lo rebosada que estaba el arca, gruesos fajos de billete comenzaron a caer sobre el suelo.

«Hago acreedora de la recompensa, a la señora Francesca Toccaccio hoy 20 de noviembre –anunció solemnemente el gran jeque–. Le expreso a la señora Toccaccio, en nombre mío y de mi pueblo, un enorme agradecimiento por cuidar de nuestro más preciado  halcón. Decreto que además de esta recompensa, se le otorgue a la señora Toccaccio, como bonificación, una tercera parte de la misma por preservar un halcón, para nosotros, un símbolo  de nuestro patrimonio cultural».

«Agradezco, su alteza –inició Francesca su intervención, con su voz a punto de quebrarse–  su inmensa generosidad, pero no voy a aceptar su desprendido gesto, y perdone mi franqueza»

«Su bello y preciado halcón –prosiguió– se convirtió para mí y mis allegados en un entrañable amigo que alegró nuestros corazones. Al aceptar su recompensa, su alteza, siento que estoy vendiendo a mi mejor amigo, y las recompensas se hicieron para que uno sea feliz, y no miserable».

Solo hubo silencio al final de la  intervención de una conmovida Francesca. El gran jeque asintió con su cabeza, más de una vez, en señal de comprensión.

Al viejo bate de cricket, donde Totti se mantenía, lo reemplazó una estaca de oro sobre la cual se le vio salir, con una capucha tapando sus ojos. Después de  la partida de Totti, se  dice que Francesca Toccaccio cayó en un estado de melancolía, que no encontraba consuelo.

Alado Dorado regresó a su mundo de gran atleta de los cielos y vedette de las pasarelas de belleza en el Medio Oriente. Era su mundo real, de jeques, príncipes y princesas.

«Su  mirada  es triste y distante», comentó su cuidador, al verlo de nuevo.

El estado de melancolía de Alado Dorado sí lo tenía claro el gran jeque, desde el mismo día en que fue a buscarlo  a la casa de Francesca. Recuerda que antes de colocarle la capucha sobre sus ojos, recibió de su más preciado halcón, la mirada más triste que él haya  experimentado en su vida. Esperanzado, el jeque pensó en ese momento que el regreso a casa desterraría la melancolía que su halcón cargaba. No resultó así.

«Debo decir, con mucha tristeza, que Alado Dorado ya no nos pertenece, y de mantenerlo en nuestro palacio, se nos morirá de melancolía».

Alado Dorado fue llevado a lo alto de una montaña y dejado en libertad una fría mañana de un 29 de diciembre. Su vuelo era relajado en dirección hacia el norte, y se mantuvo así  por un buen tiempo. Parecía tener claro su destino.

* * *
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Cuando un amigo se va

En una mañana de enero, el ruido de un incesante aleteo, disparó a Francesca Toccaccio de su cama para llevarla al baño auxiliar, donde no podía creer lo que veía:

«¡Totti , Totti, …. il mio bellissimo uccello, benvenuto, benvenuto, exclamó  Francesca en un incontrolable regocijo, que levantó a todo el vecindario.

Esta vez, el aterrizaje de Totti sobre la ventana había sido perfecto.

Con el retorno de Totti, volvió la alegría a toda la cofradía italiana, que tanto había extrañado a esta majestuosa ave.

Muchos concluyeron que Alado Dorado era un ser humano que volaba sobre los ojos y las alas de un halcón, creencia esta que tomaba forma perfecta en el gran Shaheen de nuestro relato.

Los últimos días del año, en las zonas cercanas a la leyenda, se puede ver a un ave surcar un estrellado cielo llevando sobre sus alas el halo de una diminuta figura. Afirman los lugareños que es una escena que llena de sosiego a aquellos que han tenido la fortuna de contemplarla. Un ser humano y un ave crearon un vínculo y un vuelo que se extendió hasta los confines de la inmortalidad.

Esta  historia sucedió en los años sesenta, en el Medio Oriente, y de ella puede dar fe el gran jeque, quien la contó a un grupo de beduinos en una noche de shisha *  y cítaras, en algún lugar del desierto emiratí.
*Shisha: pipa árabe


FIN
Marcelino Torrecilla N (matorrecc@gmail.com)
Abu Dhabi septiembre de 2014
Publicada nuevamente (por pura nostalgia) mayo de 2017
Los invito cordialmente a leer el resto mis blogs en este enlace
http://blogs.eltiempo.com/un-colombiano-en-emiratos-arabes-unidos/
Fotos
Adorado: www.greenprophet.com
Alcón en la montaña: bekkieslife.blogspot.com